A la hora de viajar siempre surgen las mismas preguntas. ¿Busco un lugar tranquilo y natural para desconectar de mi rutina? ¿O quizás una zona en la que pueda practicar deporte y soltar endorfinas? ¿Y qué tal estaría algo de historia y cultura? Déjame decirte que la Cerdanya cumple con todas esas exigencias que tienes. Es un paraíso de parajes verdes, montañas de fácil ascenso y pueblos con mucha historia.

Es verdad que hay muchas cosas que ver y descubrir, lo que significa que tener un sitio para descansar y planificar nuestro siguiente destino es fundamental. El Hotel Terminus ofrece un agradable y cómodo ambiente, decorado con un estilo moderno, que hará de nuestro descanso y nuestro viaje una experiencia completa.

En el blog de hoy, te mostraremos los lugares imprescindibles que tienes que ver en la Cerdanya.

Todo lo que puedes ver en la Cerdanya

La Tosa:

También llamada La Tosa d’Alp, es una increíble montaña de 2535 metros de altura situada al este de la sierra de Moixeró. Se encuentra en el límite entre el Bergadá y la Baja Cerdanya, ofreciendo una panorámica increíble solamente superable con las vistas que nos ofrece desde la cima. Y si queremos subir para disfrutar de estas espectaculares vistas, podemos hacerlo tanto por las varias rutas de ascenso, con más de 600 metros de desnivel, o usando el telecabina Cadí-Moixeró, situada en una de las pistas de esquí que hay en la montaña.

Puigcerdà:

La capital de la Cerdanya, en la ribera del río Segre y haciendo frontera con Francia. En ella, aparte de apreciar las bonitas y coloridas vistas que nos ofrece, tenemos múltiples lugares que visitar, como la plaza de Santa Maria, el cual es el punto neurálgico de la localidad, la torre campanario, que hoy en día ha sido reconvertida en un punto de información turística, el parque Schierbeck, etc. 

Pero sin duda, la parte más emblemática es el lago de Puigcerdá, que cada año es visitado por turistas de todas partes, ya sea para navegar en él con barcas o simplemente para disfrutar y fotografiar el bonito cuadro natural que forma con el paisaje.

Parque natural Cadí-Moixeró:

Uno de los mayores espacios naturales de toda Cataluña. Es conocido por las sierras de la zona que crean una gran barrera montañosa y por la variada vegetación de la zona, con unas 1.400 especies y subespecies diferentes. Además, dispone de una gran cantidad de rutas señalizadas para visitar el parque de la manera que más nos apetezca, ya sea a pie, en caballo o en bicicleta.

Bellver:

Uno de los municipios más grandes de la comarca, repleto de multitud de elementos arquitectónicos y edificios, muchos de ellos declarados como Bien de Interés Cultural por la UNESCO. Los más concurridos tanto por los locales como por los visitantes son la Iglesia de Santa María de Talló, la Iglesia románica de Santa Eugénia de Nerellà, considerada por muchos “la torre de Pisa de la Cerdanya” gracias a su campanario fuertemente inclinado, y las pinturas rupestres del Valle del Ingla, que datan de una época indeterminada entre la Edad de Bronce final y la Edad de Hierro, es decir, entre 1500 y 700 a. C.

El valle de la Llosa:

El antiguo valle de la Llosa fue utilizado en el pasado por contrabandistas y bandoleros. Hoy en día, es un increíble valle medio salvaje, apenas urbanizado repleto de naturaleza. Si se toma la ruta del sendero, de unos 3 kilómetros de longitud, se puede explorar la gran mayoría del encantador valle. En la zona derecha de este, podemos encontrar un conjunto de pequeños lagos denominados como los lagos de Muga.

Llívia:

Este municipio está en una situación bastante curiosa. Llívia se encuentra en pleno territorio francés, pero pertenece a España. Es una pequeña burbuja de terreno catalán dentro de Francia, lo que convierte a Llívia como el único municipio español que se encuentra en un país extranjero. 

Antaño, los romanos la eligieron como capital, lo que hace que hoy en día podamos encontrar numerosos restos arqueológicos por la zona. También cuenta con un casco antiguo, con la Iglesia de la Virgen de los Ángels, la torre de Bernat So y la farmacia Esteva, fundada en el siglo XV y una de las más antiguas de toda Europa.

El Puigpedrós:

Claro está, no podemos marcharnos de la Cerdanya sin visitar su cima más alta, a 2915 metros de altura. Pero por muy intimidante que suene el Puigpedrós, su ruta de ascenso es considerada muy fácil, ya que todo el camino está muy marcado y no supone ninguna dificultad técnica ni tiene nada de escalada. No obstante, cuenta con algunas subidas y desniveles importantes, así que las personas que no estén mínimamente preparadas de forma física o que no estén habituadas a excursiones por la montaña tendrían que ir con cuidado.

Y estos son algunos de los lugares que tienes que ver si o si cuando visites la Cerdanya. Es, sin lugar a duda, un paraíso natural e histórico. Así que ya sabes, si quieres descubrir la historia antigua y maravillarte con las vistas naturales y las panorámicas de escándalo que ofrece la zona, solo tienes que elegir tu habitación o casa privada ideal en el hotel Terminus y empezar a disfrutar. ¡La Cerdanya te espera!

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